Salgo escopeteada de la ducha. No quiero llegar tarde, hemos quedado a las cinco. Qué me pongo. Me seco el pelo. Cojo el abrigo y me voy. Me olvido las llaves, pico al timbre, subo, las cojo y vuelvo a bajar. Me olvido el dinero para comprar el zumo, ¡mamá tírame dos euros! Salgo corriendo. Llego a la panadería que por lo visto va a ser nuestro punto de encuentro, me acerco a la puerta y toco su timbre.
-¿Si?
-Hola Alis, soy Farah
-Un segundo ahora bajo
-Vale!
¿Qué digo?¿Qué hago? Yo también estoy nerviosa.
Alis ya ha bajado y en un segundo y medio ya le he dicho qué tal ha ido la semana, como le ha ido el cole, qué tal la familia y ¿te gusta el zumo?¿De que lo prefieres?
Fuimos a comprar zumo de piña, que por lo visto le chifla. Fuimos andando hasta mi casa y le presenté a mi madre, que amablemente nos hizo unos crepes de chocolate y otros de queso. Alis se pasó un rato sentada en el sofá y observando la tele sin quitarle el ojo. Parecía vergonzosa, no debe ser fácil estar en casa extraña. Nos metimos en la cocina mientras merendábamos y mi madre le explicó que ella trabajaba en su escuela. Empezaron a hablar sobre gente que las dos conocían y a reírse de algunos profesores graciosos. Alis no paraba de sonreír.
Le pregunté cómo eran las costumbres navideñas en su país y luego decidí hacerle un cagatió con un tapón de corcho, un trozo de cartulina y un palillo.
Le expliqué que yo bailaba y le enseñé vídeos de alguna de mis actuaciones, le gustaron mucho. Luego me acordé de lo que me había dicho el otro día sobre las manualidades y decidimos intentar hacer algo para decorar la puerta y la mesa en navidad.
Lo pasamos genial, cogió mucha confianza y se abrió muchísimo. Hicimos fotos y se fue contenta a casa, o al menos eso me pareció cuando en la puerta de su casa me dio por mirar el reloj: 21:05.
-¿Si?
-Hola Alis, soy Farah
-Un segundo ahora bajo
-Vale!
¿Qué digo?¿Qué hago? Yo también estoy nerviosa.
Alis ya ha bajado y en un segundo y medio ya le he dicho qué tal ha ido la semana, como le ha ido el cole, qué tal la familia y ¿te gusta el zumo?¿De que lo prefieres?
Fuimos a comprar zumo de piña, que por lo visto le chifla. Fuimos andando hasta mi casa y le presenté a mi madre, que amablemente nos hizo unos crepes de chocolate y otros de queso. Alis se pasó un rato sentada en el sofá y observando la tele sin quitarle el ojo. Parecía vergonzosa, no debe ser fácil estar en casa extraña. Nos metimos en la cocina mientras merendábamos y mi madre le explicó que ella trabajaba en su escuela. Empezaron a hablar sobre gente que las dos conocían y a reírse de algunos profesores graciosos. Alis no paraba de sonreír.
Le pregunté cómo eran las costumbres navideñas en su país y luego decidí hacerle un cagatió con un tapón de corcho, un trozo de cartulina y un palillo.
Le expliqué que yo bailaba y le enseñé vídeos de alguna de mis actuaciones, le gustaron mucho. Luego me acordé de lo que me había dicho el otro día sobre las manualidades y decidimos intentar hacer algo para decorar la puerta y la mesa en navidad.
Lo pasamos genial, cogió mucha confianza y se abrió muchísimo. Hicimos fotos y se fue contenta a casa, o al menos eso me pareció cuando en la puerta de su casa me dio por mirar el reloj: 21:05.
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